PATTI SMITH, POETA
Patti Smith fue poetisa antes que cantante de rock and roll.
Los instrumentos se incorporaron a sus recitales para reforzar un
repertorio de poemas que era interpretado con una labia febril. Sus
versos estaban dotados de un ritmo y una urgencia que inevitablemente,
la conectaban con la música con la que alimentó su adolescencia y
primera juventud. Las letras de Patti Smith –especialmente las primeras-
son el alma de su obra, de ese canon cuyo corazón sería el rock. “Piss
factory”, su primer sencillo, editado en 1974 en su propia
independiente, era un poema musicalizado por Kaye y Sohl. Los versos que
hicieron que su versión de “Gloria” fuera mucho más que un simple cover existían cinco años antes de la grabación de Horses.
Y temas posteriores como “Rock & roll nigger” o “Seven ways of
going” parten de textos rescatados del maremágnum de ideas y palabras
acumulados en la libretas de la autora. Así pues, Mis mejores canciones
–un título algo extraño para un volumen que reúne las letras de todas
las composiciones originales de Smith desde sus inicios hasta la
actualidad- es un viaje al centro neurálgico de una artista que hizo de
la palabra su elemento, ese que, tal y como explica en la introducción
al libro, le hizo encontrar su voz.
Mis mejores canciones está escuetamente ilustrado con reproducciones de manuscritos
que ayudan a visualizar ese torbellino de palabras. Con cada nuevo
verso, los primeros textos van dando forma a aquella visión de Rimbaud,
el cual afirmaba que las mujeres serían las poetas del futuro y darían a
conocer a los hombres nuevas ideas. Los cambios vitales de Smith (se
retiró en 1980 para formar una familia, grabó un disco aislado de las
dos orillas de su carrera en 1988, regresó a la música al enviudar en
1995) conforman un trabajo literario que exprime las experiencias
vividas, como ocurre en Gone again, álbum compuesto tras la muerte de su marido, Fred “Sonic Smith. El libro también recoge canciones como “Without chains”,
hasta la fecha interpretada únicamente en directo. Inspirada en Murat
Kurnaz, joven turco encerrado y torturado en Guantánamo al ser
erróneamente acusado de terrorismo, refleja el posicionamiento político
de una creadora que hace años escribió un estribillo que proclamaba que
“la gente tiene el poder para redimir el trabajo de los necios”.
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Patti Smith |
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